El ejercicio
realizado de forma constante y regular puede ser un arma excelente para
controlar la diabetes.
Se mencionan 10
razones muy fuertes respaldadas por la American Diabetes Association (Asociación
Americana de la Diabetes), por las que los diabéticos en particular deben hacer
ejercicio.
Mejor control
del nivel de la glucosa en la sangre. La actividad física ayuda a quemar calorías (por lo tanto a usar más
glucosa o azúcar como combustible).
Presión arterial
más baja. El ejercicio
ayuda a tu corazón a bombear la sangre con más fuerza y con un ritmo más lento.
Mejor control de
los niveles de grasas en la sangre.Mediante el ejercicio puedes reducir tu nivel
de colesterol de baja densidad (LDL) o colesterol “malo” y el de los
triglicéridos, mientras que aumentas el del colesterol de alta densidad (HDL) o
colesterol “bueno” que ayuda a proteger tu corazón.
Reduce la
cantidad de medicamentos o de insulina que necesitas tomar. Como el ejercicio te ayuda a perder peso y a
mejorar el control de tu glucosa, con el tiempo puedes necesitar menos insulina
o medicamentos.
Pérdida de
sobrepeso. Una rutina
regular de ejercicio te ayuda primero a perder los kilos de más y/o a
mantener el peso en su nivel correcto al quemar las calorías adicionales.
Más energía y
mejor sueño. Te sentirás
con más ánimo y energía para realizar tus actividades diarias y de noche podrás
descansar mucho mejor.
Menos estrés,
ansiedad y depresión. El
cuerpo no es el único que se beneficia con la actividad física. Con un cuerpo
fortalecido mejora también tu estado de ánimo.
Músculos y
huesos más fuertes. Esto
puedes lograrlo haciendo ejercicios de resistencia, ya sea con pesas ligeras, o
con bandas de resistencia.
Y ahora, unas
palabras de advertencia para las personas diabéticas como tú que deseen
comenzar una rutina de ejercicios físicos:
Recomendaciones en general:
- Si tu nivel de
glucosa en la sangre es muy elevado, pospón la sesión de ejercicios hasta que
llegue a un nivel normal.
- Utiliza el tipo de
calzado y calcetines apropiados. Procura que no te produzcan ni roces ni
ampollas.
- Bebe bastante
líquido antes, durante y después de la sesión de ejercicios.
- Ten a la mano algún
tipo de alimento o merienda (snack) en caso de que tu nivel de glucosa
se baje demasiado después de ejercitarte.