sábado, 20 de agosto de 2011

Lo que le puede pasar a tu cuerpo si bebes refrescos envasados cada día por mucho tiempo

En el momento que tomas un refresco, el azúcar y la cafeína corren por tus venas provocando un choque de energía similar al subidón que producen la drogas, después sufrirás el consecuente bajón; pero lo preocupante es lo que pasará al cabo del tiempo si esto se convierte en un hábito. El consumo de bebidas gaseosas azucaradas tiene importantes implicaciones en el desarrollo de enfermedades graves, tanto en la juventud como en la edad adulta. ¡cuidado con lo que bebes!


Ganarás peso: Según un estudio publicado en 'The Lancet' , beber este tipo de refrescos envasados aumenta, hasta por seis, el riesgo de padecer obesidad. Los resultados indican que el índice de masa corporal (IMC) aumenta por cada ración de este tipo de bebidas que consumen los niños.
'The Journal of the American Medical Association' también publicó un estudio realizado por la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard según el cual, el excesivo consumo de bebidas gaseosas azucaradas es el causante del aumento brusco de la diabetes y la obesidad en Estados Unidos.
Este tipo de bebidas contienen una gran cantidad de carbohidratos, aproximadamente nueve cucharaditas de ázucar en cada lata de 330 ml, con el agravante de la rapidez con la que se ingiere esa dosis de glucosa. Este consumo excesivo de azúcar puede causar cambios bioquímicos, más específicamente en la secreción de la hormona insulina, y puede llevar rápidamente a un aumento de peso.
Es probable que tengas diabetes: Los niveles elevados de insulina debido a la ingesta de una bebida azucarada pueden aumentar el riesgo, a largo plazo, de otras patologías tales como la diabetes de tipo 2.
Puedes desarrollar enfermedades del corazón: De acuerdo con un estudio publicado en 2007 en 'Circulation', la revista de la Asociación Americana del Corazón, los individuos que tomaban un refresco todos los días durante un período de cuatro años tienen un 25 por ciento más de probabilidades de tener altos niveles de azúcar en la sangre y un 32 por ciento más de tener bajos niveles del colesterol 'bueno'. El estudio también revela que las mujeres que bebían más de dos bebidas azucaradas al día tenían 40 por ciento más de riesgo de sufrir ataques al corazón o muerte por enfermedad cardíaca que las mujeres que rara vez bebían bebidas azucaradas.
Aumenta el riesgo de gota: La gota es una enfermedad metabólica persistente, que produce un aumento del ácido úrico circulante. Este se deposita en las articulaciones produciendo inflamación con dolor sobre todo en los pies y las piernas. Este problema se suele asociar también a la diabetes, obesidad y enfermedades renales.
Según un grupo de investigadores de Vancouver (Canadá), en la población masculina el consumo de bebidas gaseosas azucaradas aumenta el riesgo de gota ya que presentan un elevado contenido de fructosa, el único carbohidrato que incrementa los niveles de ácido úrico.
Tus huesos y dientes se debilitarán: el ácido fosfórico no permite la adecuada absorción de calcio en el organismo, provocando su debilitamiento y la posibilidad de tener fracturas, y sufrir osteoporosis. La combinación de este ácido con azúcar refinada y fructuosa dificulta la absorción de hierro, lo que puede generar anemia y mayor facilidad para contraer infecciones, principalmente en niños, ancianos y mujeres embarazadas. Además, los ácidos de estos refrescos afectarían el esmalte dental, provocando su erosión.

Varios estudios, incluyendo el estudio de 2007 publicado en la revista Circulation, sugieren que las bebidas gaseosas light tienen casi los mismos efectos en la salud como las gaseosas regulares, a pesar de no tener ninguno o muy poco de azúcar. ¿Por qué? Beber refrescos envasados suele ser parte de un estilo de vida que no es muy saludable.


Se aconseja el consumo de bebidas de origen natural: chicha morada, limonadas , jugos de frutas sin excesivo contenido de azúcar , es una manera de prevención de tantas enfermedades , no hay que esperar al ultimo momento en cambiar , todo depende de uno mismo y en cuanto se quiere cuidar la salud ...mas vale prevenir que lamentar!!!

miércoles, 10 de agosto de 2011

Conoces las diferencias de las grasas malas y las grasas buenas


"Seguramente has escuchado que el consumir grasas en exceso puede aumentar el riesgo de desarrollar problemas cardíacos. Sin embargo, no todas las grasas son dañinas. Lo importante es seleccionar el tipo y la cantidad de grasas adecuadas para mantener a tu corazón sano." En este artículo encuentras cuáles son las grasas saludables para tu corazón. Así sabrás cómo elegirlas a la hora de incorporarlas en tu dieta."
A pesar de que se les ha hecho muy mala fama, tu cuerpo necesita a las grasas y a los aceites para vivir. Incluso, algunos ácidos grasos como los denominados Omega 3 son buenos para el corazón. Además de darles un sabor diferente a las comidas, las grasas transportan a las vitaminas A, D, E y K en el cuerpo y proveen calorías, que aportan energía.
Si es así, ¿por qué generalmente se recomienda comer poca grasa? y, ¿por qué se dice que es tan nociva? Las respuestas a estas preguntas realmente son, que todo depende del tipo de grasa del que se trate y de la cantidad que consumas, ya que algunas pueden incrementar el llamado colesterol malo (o LDL)y con él el riesgo de que desarrolles problemas del corazón.
Así como existen los llamados colesterol malo y colesterol bueno (HDL), también existen dos grupos de grasas: las no saturadas y las saturadas. Las primeras son menos y las segundas más dañinas para tu salud, ya que aumentan el riesgo de que las arterias se obstruyan (tapen) e impidan el paso de la sangre al corazón o al cerebro.
Las grasas no saturadas o insaturadas: son las que son líquidas a la temperatura ambiente. Entre ellas se encuentran dos variedades, que ayudan a incrementar los niveles del colesterol bueno. Entre los alimentos que contienen grasas insaturadas están: frutos secos, semillas, paltas y algunos aceites como el de oliva, canola y girasol;los granos de maíz, semillas de algodón, y aceites y semillas de cártamo y de lino, los frijoles y aceites de soja (soya), margarinas y mariscos.
Las grasas saturadas, en cambio, son aquellas que suelen estar sólidas a la temperatura ambiente, como las que se encuentran en la carne de los animales y en los lácteos como en la manteca o en la mantequilla, el queso y la crema.
Por último, las conocidas como grasas trans también corresponden al grupo de las no saturadas, pero no comparten las propiedades de este grupo cuando se trata de tu salud. Al contrario, debes sumarlas a las saturadas en tu lista de grasas que debes de evitar, ya que incrementan el riesgo en cuando a padecer problemas del corazón. Las grasas trans se encuentran en los aceites hidrogenados y parcialmente hidrogenados y en los productos que contienen estos aceites, como galletas, pasteles, donas y en las comidas fritas en general.
Las grasas se deben consumir en cantidades limitadas. Debes usar las más apropiadas para cocinar tus comidas y aprender a encontrar el equilibrio justo entre calidad y cantidad.
Por ejemplo, algunos estudios clínicos sugieren que los alimentos típicos de la dieta mediterránea, como el aceite de oliva y los frutos secos, tienden a reducir la posibilidad de desarrollar diabetes y el síndrome metabólico, que es una combinación de  factores que aumentan el riesgo de padecer de enfermedad cardíaca. Los factores del síndrome metabólico son obesidad abdominal y dos de las siguientes cuatro características: hipertensión (presión alta), colesterol bueno (HDL) bajo, triglicéridos elevados y/o azúcar elevada en la sangre (o diabetes).
A eso se suman otros estudios, como uno publicado en el Canadian Medical Association Journal a fines del año pasado, en el cual unos investigadores de la Universidad de Toronto y del Hospital St. Michael de Ontario, ambos en Canadá, evaluaron los efectos de agregar grasa monoinsaturada a una dieta vegetariana rica en fibra, efectiva para reducir el colesterol malo en los adultos.
Así detectaron que la combinación de la dieta vegetariana con una dosis de grasa monoinsaturada logró que los niveles del colesterol disminuyeran, aunque advirtieron que en el mundo real esto podría variar un poco, ya que los participantes en la investigación recibieron los alimentos y estuvieron estrictamente controlados.
De todos modos, incorporar buenos hábitos relacionados con el consumo de grasas no es tan complicado. Algunas sugerencias que puedes considerar incluyen:
  • Reemplaza algunos carbohidratos refinados, como el pan blanco y las “golosinas”, por grasas monoinsaturadas de frutos secos, palta o aceite de oliva.
  • Utiliza menos aceite en tus recetas. Por ejemplo, reduce la cantidad de margarina que le untas a tu pan.
  • Sustituye el contenido de las recetas por opciones más saludables, como el aceite de canola o el aceite de oliva en las ensaladas .
  • Además de reemplazar productos por opciones más saludables reduce la cantidad que utilizas, por ejemplo, ¼ de taza de aceite de oliva en vez de ½ taza de manteca.
  • Elige productos bajos en grasas o sin grasa.
Si tienes dudas acerca de las grasas que estás consumiendo en tu dieta, o si tienes colesterol alto, habla con tu nutricionista sobre las opciones más saludables en tu caso. No te olvides que las grasas son indispensables para la salud, pero siempre que elijas las grasas saludables, las insaturadas y que las consumas en moderación. Logrando ese equilibrio, podrás tener un corazón más sano.

jueves, 4 de agosto de 2011

El engaño de Bubbaloo

Televisión, diabetes y enfermedades cardiovasculares




Existen muchos estudios científicos que respaldan que esa costumbre de mirar mucho tiempo televisión puede traer varias consecuencias a largo plazo.


El mayor tiempo frente al televisor se asocia uniformemente con mayor riesgo de diabetes tipo 2, enfermedad cardiovascular mortal o no mortal y mortalidad por todas las causas






Mirar televisión (TV) es la actividad diaria más frecuente, además de trabajar y dormir, en muchas poblaciones de todo el mundo. En promedio, el 40% del tiempo libre se emplea en mirar TV en varios países europeos y el 50% en Australia. Esto corresponde a 3,5-4,0 horas diarias frente al televisor. Además de alterar el gasto energético al reemplazar el tiempo que se emplea en actividades físicas, mirar TV se asocia con alimentación poco saludable (ejemplo, mayor consumo de frituras, alimentos procesados y bebidas azucaradas y menor consumo de frutas, verduras y granos enteros, tanto en niños como en adultos). Además, se puede asociar con el consumo de alimentos y bebidas que se ven en las propagandas de la TV y podría provocar que algunas personas a comiencen a fumar.

La inactividad física, diversos hábitos alimentarios y el tabaquismo son factores de riesgo independientes bien conocidos para la diabetes tipo 2, las enfermedades cardiovasculares y la mortalidad por todas las causas. Sin embargo, hasta ahora no se ha efectuado la determinación cuantitativa de los estudios publicados sobre el tema.




Conclusiones:



Realmente el mayor tiempo frente al televisor trae consigo un menor tiempo de actividad física aeróbica y saludable, la que está considerada como un elemento importante en la prevención de las Diabetes Tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares, así como al hipertensión y el resto de las enfermedades crónicas no transmisibles como la Diabetes Tipo 2.

Ha quedado demostrado que la realización de ejercicios físicos sistemáticos favorece la disminución y en ocaciones la eliminación de los factores de riesgo de dichas enfermedades.

Actualmente existe la mala costumbre de tomar los alimentos frente al televisor,lo cual prolonga el tiempo que permanese sentado a la mesa, trayendo consigo ya por si un mal habito de alimentación y los riesgos mortales ya mencionados.





TODO DEPENDE DEL ESTILO DE VIDA QUE SE LLEVE Y DE LO QUE SE HACE POR MEJORARLO ...A CUIDARSE

miércoles, 3 de agosto de 2011

Las" MILAGROSAS" Pastillas adelgazantes: ineficaces y peligrosas

Son muchas las pastillas y otros milagros adelgazantes que pretenden hacernos perder peso sin esfuerzo. Diuréticas, "quitahambre", quemadoras de grasa... de venta en farmacias, herbolarios y hasta Internet. Pero: ¿sabes qué efecto producen estas "pastillas antikilos"? ¿Son eficaces? ¿Son peligrosas para la salud? Nunca las tomes sin leer antes este artículo. 

La fiebre por adelgazar que domina a medio mundo -mientras el otro medio se muere de hambre- ha hecho que proliferen en la televisión, la radio e internet los anuncios de milagrosas pastillas y productos adelgazantes. Farmacias, parafarmacias, seudo naturistas y hasta supermercados ofrecen un completo surtido de este tipo de productos.

Las preguntas que a todos nos surgen son: ¿sirven para algo?, ¿de qué están compuestas?, ¿son peligrosas?, ¿pueden tomarse por cuenta propia? Antes de explicarte el porqué, te adelantamos la conclusión: la mayoría sirve para muy poco; unas contienen ingredientes de origen natural y se venden sin receta, y otras son medicamentos que sólo pueden tomarse por prescripción médica; tomadas sin control, todas pueden tener efectos secundarios muy peligrosos.

Cómo nos hacen adelgazar

La mayoría de las pastillas y fármacos adelgazantes, ya sean con o sin receta médica, dicen tener efectos diuréticos, moderadores del apetito y quemagrasas. Pero, a excepción de los medicamentos indicados en caso de obesidad, el resto son prácticamente ineficaces si no se combinan con dieta o ejercicio, y hasta peligrosos si se toman sin control. O sea, que si se toman, debe ser pro prescripción médica o como complemento de un plan de adelgazamiento serio.

Tipos de "pastillas mágicas"

Las pastillas o preparados adelgazantes pueden clasificarse en función del efecto que pretenden producir. Toma nota:

- Diuréticos y laxantes: pastillas o infusiones a base de diente de león, té verde, abedul, alcachofa, ciruela... plantas conocidas por sus propiedades diuréticas y digestivas. Son eficaces en caso de problemas digestivos y de retención de líquidos o problemas de estreñimiento, pero no eliminan los kilos de más por mucho que digan que eliminan las reservas de grasa del cuerpo. No se debe abusar de ellos porque pueden favorecer la deshidratación del organismo, lo que puede provocar fatiga y vértigos. Además, lo que hacen es eliminar líquidos, por lo que la bajada de peso es engañosa y vuelve a recuperarse en poco tiempo.

- Disminución de la absorción de grasas: pretenden impedir o disminuir la absorción de grasas en el organismo, concretamente en el intestino. En las farmacias, boticas, televisión  y naturistas,  hay numerosos preparados a base de plantas que pretenden utilizar este mecanismo. Sin embargo, el único fármaco con efectos probados en este sentido es el Xenical, que únicamente se emplea bajo prescripción médica en el tratamiento de personas con problemas de obesidad real. En ningún caso puede ser empleado para eliminar kilos de más, ya que sus efectos secundarios son muy peligrosos.

- "Quitahambres": hay productos que intentan moderar el apetito a base de fibras que se hinchan en el estómago y dan sensación de saciedad. Suelen tomarse entre 10 y 30 minutos antes de las comidas. Aunque no son peligrosos, no se aconsejan si se tiene el intestino delicado; tampoco se puede empezar a consumir grandes cantidades de fibra si no estamos acostumbrados.

Más peligrosas son las pastillas o productos que se venden con el reclamo de que quitan el apetito, lo cual es peligroso y poco real. Hasta el momento, sólo medicamentos de venta en farmacias bajo prescripción médica son capaces de lograr parcialmente este efecto. Otros productos capaces de conseguir quitar el hambre son los que contienen efedrinas, un alcaloide que se encuentra en las anfetaminas. No se te ocurra tomarlos por tu cuenta: han sido retirados en casi todos los países por sus peligrosos efectos secundarios. Si el problema de tu exceso de peso está relacionado con tu comportamiento alimentario, lo que necesitas es la ayuda de un psicólogo y posteriormente de un nutricionista. Para sentirte saciada, procura comer más frutas y verduras, ricas en fibras y bajas en calorías.

- Aumentar el gasto energéticas: excesivo aporte calórico y poco gasto energético = kilos de más. Pero si te cuesta reducir la cantidad de comida que ingieres lo que deberías hacer es aumentar el gasto calórico. Y esto es precisamente lo que pretenden algunos de estos productos milagro, que dicen acelerar la actividad metabólica hasta quemar ingentes cantidades de calorías sin movernos del sofá. Falso. No existe ningún estudio fiable al respecto y ni siquiera científicamente es posible: para quemar muchas calorías sin movernos la temperatura de nuestro cuerpo tendría que ser similar a la de un horno... Seguir un régimen alimenticio adecuado y aumentar la actividad física son los únicos métodos eficaces para quemar calorías. 

Sólo con receta médica

El Xelical y el Reductil son dos medicamentos con prescripción médica de venta en las farmacias  destinados a atenuar los síntomas de la obesidad. Un tercio de los pacientes tratados con ellos suele perder un 10 % de su peso, lo que les permite mejorar las enfermedades asociadas a su obesidad. Pero cuidado, estos medicamentos no están destinados a personas que quieran perder de 1 a 3 kilos, ya que sus efectos secundarios son considerables. Estos medicamentos actúan reduciendo la cantidad de lípidos absorbidos en el intestino, aumentando el gasto energéticos (termogéneisis) o directamente sobre el sistema nervioso controlando la sensación de hambre y de saciedad.

Entre los efectos secundarios de estos medicamentos están: aceleración del ritmo cardíaco, aumento de la presión arterial, problemas digestivos, boca seca, fatiga. Están contraindicados en caso de hipertensión, enfermedades cardiovasculares, glaucoma y pueden interactuar con otros medicamentos. 

¿Suficientes razones para no hacer ninguna tontería?

No juegues con tu salud

Para perder peso, consulta al médico, sobre todo si tienes obesidad severa o problemas de hipertensión. Por supuesto, pregúntale antes de tomarte ningún producto, ya que la mayoría no cumple las promesas anunciadas y pueden ser peligrosos. Huye de pastillas recetadas por médicos que prometen adelgazar en poco tiempo y sin esfuerzo, de las que venden por la tele o internet, de las fórmulas magistrales y cualquier otro producto de composición dudosa. No dejes que te engañen: no se puede perder en dos días lo que se ha ganado en varios meses o años, va en contra de toda lógica y de la naturaleza misma.


Se puede bajar siempre cuando sea una dieta , recomendaciones guiadas por un profesional nutricionista que te ayudara de manera saludable a conseguir ese peso optimo.


"LO QUE SE VA FÁCIL VIENE FÁCIL"

La importancia del profesional NUTRICIONISTA

¿Qué es un Nutricionista?  Es un profesional de la salud, experto en nutrición y alimentos que puede ayudar a decidir la dieta más indicada en caso de personas convalecientes (en hospitales, por ejemplo), en edad escolar (supervisando los menús de las escuelas públicas), deportistas, personas alérgicas o con padecimientos específicos. La lista es larga. Aquí enumero algunas de las razones más comunes para consultar a este tipo de experto:
  1. La más común: bajar de peso. El nutricionista ayuda al paciente a encontrar la dieta más adecuada para llegar a su peso ideal de forma paulatina, sin privar al organismo de los nutrientes vitales para mantener la salud.
  2. Y su opuesto: subir de peso.  Cualquiera puede atiborrarse de calorías huecas y subir kilos, pero hacerlo ganando músculo y no en grasa, de forma progresiva, ya requiere la guía de un profesional.
  3. Casos de trastornos de la alimentación en los adolescentes, como bulimia, anorexia, exceso de peso u obesidad.
  4. Embarazo: antes y durante la etapa de gestación, los consejos de un experto en nutrición son valiosísimos para controlar el aumento de peso, para alimentar bien a la madre, al bebé e incluso, después del parto, si la madre le da el pecho a la criatura.
  5. Problemas gastrointestinales: el especialista diseñará una dieta “a la medida” del paciente según sus necesidades (padece de úlcera, colon irritable, divertículos, reflujo gástrico ( también conocido como gastro-esofágico, acidez ), hernia hiatal (o diafragmática),  gases, estreñimiento o  diarrea y eliminará de sus comidas todos los alimentos irritantes o que agraven su condición. En ocasiones también recomienda agregar alimentos con fibra, por ejemplo.
  6. Otras enfermedades, como la diabeteshipertensión o problemas cardíacos. El nutricionista formará parte del equipo médico que le ayuda a controlar su enfermedad, balanceando sus comidas sin sacrificar la variedad ni el paladar, pero vigilando el consumo de grasa, azúcar o sodio por ejemplo.
  7. Desempeño deportivo: los atletas y los deportistas en general que necesitan un nivel de energía alto también requieren una dieta apropiada para a su estilo de vida, dirigida por un especialista.
  8. 8.  Las personas convalecientes de cirugías, que sufren de anemia, o de alergia a ciertos alimentos o incluso las personas con ácido úrico elevado en la sangre, se benefician de menús especialmente diseñados para sus necesidades.
  9. Las personas de edad avanzada que necesitan un cuidadoso control de su dieta por dificultades para masticar, etc.
  10. Las personas que sencillamente quieren comer de forma balanceada e inteligente para prevenir enfermedades y mantenerse sanos. 
Recuerda que algo tan necesario y tan común como es el comer, a veces no es tan sencillo como parece, especialmente cuando queremos hacerlo bien o hay una enfermedad de por medio. Si tienes dudas, ponte en manos de un experto en nutrición.